viernes, 21 de noviembre de 2008

La trinidad (sin santidad alguna)

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De la Argentina, tres cosas arrebatan su porción correspondiente de cariño para permitir el goce romántico con la plateada. El tango, mágico en versos pero esclavo de amores, holgado en palabras de fisonomía exacta y delineada. Un recuerdo de Gardel que nato en cuna de Toulouse o Tacuarembó, volvía a su sentido homenaje con la frente marchita, siempre un pucho entre dedos o labios cual Polaco Goyeneche, siempre la mirada altiva y el arresto porteño.

Boca, la pasión con los contrastes, escudo calcado del cielo nocturno donde, entre plétora de constelaciones, se dibujan los rostros sonrientes de Cherro, Tarasconi y Varallo. El Diego, que el séptimo día descansó. Sale el Rey, mientras se escucha entre los cánticos de Xeneizes y Bosteros que la Bombonera, el estadio de Alberto Armando, no tiembla, late. Así duermo con calma, pero en matrimonio con el sufrimiento: El Poderoso en mi alma, la mitad más uno en mi corazón. Dos caras de la moneda, semejante a la que arroja el árbrito para dejarle a la suerte la responsabilidad de asignar arco.

Quino filósofo, Quino dibujante, Quino grande. Joaquín Salvador Lavado, el tercero de la breve lista. De gustos por la Argentina que presenció revolución, Domingo Perón y “Evita” entre treintones y cuarentavos, me quedo con la picardía a blanco y negro del agudo dibujante. Los trazos que su mano permite a su ingenio, sin técnica compleja o detalles escrupulosos, transportan al discurso metódico de Sartre, Camus, Hobbes, Comte o Foucault. Tanta creación se resume en dominicales que ya desaparecidos, vieron nacer a personajes de historia común, mas no corriente.

Pero lo mejor, la obra magna, está ilustrada como una gallada de cuadra, ciudad de inmigrantes, plaza y gritos. A Mafalda me unen tan gratos recuerdos como amarguras por la sopa con sabor a realidad. Imposible sería dar precisión a la fecha en que nos conocimos, pero seguramente un encuentro tan significativo para el autor de estas líneas puede acompañarse con música de los Beatles y un saludo mesurado, simple como su perspicacia. De la liga justiciera me quedo con Miguelito (inocente ególatra), el Guille como Hippie neófito, la praxis de Adam Smith en Manolito el español Goreiro (declarado amor por Rockefeller), Susanita anexa a la escuela del comadreo, Felipito “no me soporto” y la bienaventurada Libertad, más reciente en la logia. Pero es tema para otra fogata. A la nena irreverente con pandilla propia la abordamos luego para masacrar democracias o reírnos de ellas.

Quedo en deuda: Espacio para Mafalda, lo que va de Quino, disertaciones tangueras de buenas piernas con anís, unas cucharadas de sopa social y un poco de pelota rodando. Aquí no nos llamamos democracia, pero manda la minoría.

“Está bien. Trabajar para ganarse la vida.
Pero, ¿por qué esa vida que uno se gana trabajando

La tiene que gastar trabajando para ganarse la vida?”

Miguelito Pitti, Maf
alda.


2 comentarios:

May dijo...

Hola que tal!! Gracias por pasarte por mi blog! Veo que estás empezando, que tengas mucha suerte, vendré a visitarte a menudo!! n_n Tus post son bastante metafísicos... es algo diferente, ya tenia ganas de algo así :)

Mira lo del contador de visitas se pone en el link de FORMATO>ELEMENTOS DE LA PÁGINA>AÑADE UN ELEMENTO>HTML/JAVASCRIPT

Cuando ya tienes la ventanita, copias el codigo que te da la pagina del contador y ya lo tienes, elige bin donde lo quieres porque no lo podrás mover, tendrás que borrarlo y volverlo a instalar.

Besos y preguntame si no lo ves claro!

alejin dijo...

nerón excelente y mucha suerte