martes, 5 de noviembre de 2013

Carta sencilla al Papa


Su Santidad,

Comienzo contándole que ya no me disfrazo; pero disfruto mucho el despliegue de creatividad que la fiesta de las brujas amerita con sana impresión; aplaudo hasta el mínimo rechazo a la zona de confort, reírse al paso de cercanos y ajenos, o dar un recorrido ansioso por películas de chicas sollozantes en la sombra, aguardando con el corazón como tambor al sicópata venido a menos. Pero ahí termina la farsa. Sigue siendo un gustico en calma, y saca a flote una máscara más atroz y nociva: la del sepulcro blanqueado que anuncia el evangelio.

Por ello, preocupan las intenciones macabras de ciertos personajes ultraderechistas y ultraconservadores, enemigos acérrimos del Halloween, confabulando el parto de leyes fascistas. Cómodos ellos, muy cómodos; con empleos de alta remuneración se permiten pontificar, y las celebraciones sin clase social, a lámpara de razón, los desvelan.

Francisco, por favor, dígales que se callen. De paso, exíjales que dejen la pendejada de andar satanizando todo lo que no proviene de su creencia y culto. Lucifer gasta su tiempo elucubrando argucias para meterle soberbia y lujuria al corazón de los siervos más queridos del Señor. Valioso recordar el ejemplo de San Francisco de Asís, restaurador de la Porciúncula, y sus terapias de frío para la tentación.

Le concedo la médula epistolar: “Ocupaos de la maldad latente, no de la inocente conjugación de folclor y fe, que Dios, el maestro, Alfa y Omega, sabrá discernir el mal en los corazones y la paz en la ventisca; mas reserva el Señor su brazo implacable para los que, desde púlpitos alzados en marmórea roca, se entregan a bajas procesiones de lascivia.” Puro testamento antiguo con acento profético.
           
He oído en sinnúmero de canales y al unísono entre creyentes, que es usted una persona de gustos simples, como yo. Los niños se divierten, la gente se reúne y arma chistes en colectivo, los colegios dan descanso a la cátedra y los dulces van y vienen; comparar eso con el Samhain celta es de mentes enfermas. Empiece por ofrecerles, a cambio de su obediencia, una copia firmada de la encíclica Lumen fidei, o prometa invitación al lanzamiento de Beati pauperes; yo tengo Rerum novarum con dedicatoria de León XIII, y le digo que es un buen detalle.

Recuérdeles a semejantes víboras osadas que Roma locuta, causa finita. Si así lo desea el Sumo Pontífice, yo redacto la cartica, y usted sólo la firma. Pero que sea sencilla, como sus gustos; más claro, como esta misiva, como usted, como yo.

Atentamente,


Nerön Navarrete


miércoles, 30 de octubre de 2013

Es la pura verdad


Es la pura verdad. Los aplausos iniciaron inmediatamente concluye su interpretación a capella de El día que me quieras, ese tango gardeliano que le hace poema a la indiferencia con campanas al viento y estrellas celosas, y el público nada indiferente le agradece al cantante golpeando sus palmas, y hasta cruza en ese repiqueteo el silbido de alguien en la última banca; pero cójase el cambio: de ahí pasa con versatilidad de artista consagrado al Ave María de Schubert, se pone cálido el ambiente de plegaria a la santa virginidad de la inmaculada mater et magistra, retumba el auditorio a la marcha de las trepidaciones que mueven el cuello del hombre parado en el centro, mientras asciende hasta el techo la fluidez del cansino dominus tecum.

Presenta disculpas por la ebriedad luego de la segunda tanda de aplausos, manda el índice al timbre, anuncia que ya llegó, que acá se tiene que bajar, mil gracias por sus cariños, y concluye el concierto improvisado.

—Hay cosas que sólo pasan en los buses de Santa Elena —dice una mujer compartiendo sorpresa.


Y viéndolo bien, es la pura verdad.  


Amorosa Anticipación



"... me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes.
Arrojado a quietud
divisaré esa playa última de tu ser
y te veré por primera vez, quizá,
como Dios ha de verte,
desbaratada la ficción del Tiempo
sin el amor, sin mí."

Jorge Luis Borges

viernes, 3 de mayo de 2013

Recorridos


Los escritos, aunque sean ejercicio cotidiano de blog, apuntes al cuaderno para dejar constancia de vagas ideas o emociones, como salida o como entrada, vienen cabalmente del recorrido o las paradas en el camino. Leer por amor es un claro rumbo para que despierte sin misericordia el impulso de contar algo, hablar de alguien, recoger los pasos del día, o permitir al otro la irrupción y echar una ojeada a ver qué se lleva.

Y meterse en la vida de otros hasta donde nos autoricen, digamos, leyéndoles, es brisa fresca para el cansancio o la total desidia ante el teclado. Llego a este punto por dos entrevistas que me encuentran, en ciertas afirmaciones, con esos consejos útiles, lindos y a la vez, contundentes; son lindos porque juegan a literatura, es decir, como aliciente para escribir ya detallan en forma de relato.

La primera es al periodista argentino Adolfo Ruiz. Inclinado por la no ficción, Ruiz se apoya en la credibilidad de los diálogos, la precisión en personajes y la cercanía; toda la vida de la historia depende de la sencillez y de las sutilezas, pero con encanto, por favor, con encanto.

La segunda es a Andrés Delgado, ex militar, educado como ingeniero y madurado como periodista. En este texto hay más confinidad con el estilo, cuál es la escuela para convertir lo soso en algo degustable, disfrutable. Sobre el oficio, sobre la inspiración, o sobre los otros entramados de las cosas que forman al narrador, las respuestas son afinadas:

“Durante el día descubrir la estupidez de la gente, descubrir la genialidad de esa misma gente, sus peleas y sus amores. Ver el brillo de los ojos de mis hijas cuando contesto sus preguntas, reírme con una amiga, escuchar jazz, visitar la abuela y creer que la vida no será en vano. Desde ese punto nace la necesidad de la escritura.”



*La entrevista a Andrés se refiere mayormente a su libro Sabotaje. En Las Tablas vamos a comentar algo después de leerlo.

martes, 16 de abril de 2013

Versión libre de Stevie Ray Vaughan


Blues: me prohibieron rotundamente volver a jugar contigo. 

If the house is a rockin´, don´t bother knockin´. Please, come in.



lunes, 4 de febrero de 2013

Camus, Camus, Camus...



"Cada generación, sin duda, se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no lo rehará. Pero su tarea acaso sea más grande. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrompida en la que se mezclan las revoluciones caídas, las técnicas que han caído en la locura, los dioses muertos y las ideologías extenuadas, en las que mediocres poderes pueden hoy destruirlo todo pero no saben convencer, en la que la inteligencia se ha rebajado hasta hacerse la sirvienta del odio y de la opresión, esta generación ha debido restaurar, en sí misma y en torno a sí misma a partir de sus negaciones, un poco de lo que da la dignidad de vivir y de morir. Ante un mundo amenazado de desintegración, en el que nuestros grandes inquisidores pueden establecer para siempre los reinos de la muerte, esta generación sabe que, en una especie de loca carrera contra el reloj, debería restaurar entre las naciones una paz que no sea la de la servidumbre, reconciliar de nuevo el trabajo y la cultura, y rehacer con todos los hombres un arca de la alianza."

Albert Camus